Ya ha llegado el momento de abandonar el Centro de prácticas. Lo cierto es que me llevo muy buen sabor de boca. Aún queda esperar a los resultados de mis alumnos en el examen, pero tengo seguridad en que les irá bien.
Lo cierto es que las muestras de cariño de los alumnos recibidas en los últimos días me han hecho sentir que ha valido la pena el esfuerzo invertido en todo esto.
Bajo mi punto de vista, han mejorado bastante su comportamiento en clase y cada vez me ha costado un poco menos trabajar como a mí me gusta. Imagino que tanto ellos como yo nos hemos adaptado a la nueva situación.
Sólo me queda, en esta última entrada, agradecer a mi tutora Mª Teresa Beltrán las facilidades, la confianza y el apoyo que me ha dado durante mi estancia en el IES y dar mis mejores deseos para los alumnos a los que he tenido la suerte de impartir clase.


